domingo, 27 de noviembre de 2016

Hola amigos, la chancla viajera comienza su andadura

Hola, todo comenzó hace un par de años, cuando un par de locos nos aventuramos en el mundo de la compra-venta de vehículos de ocasión. 
En el año 2014, comenzamos a comprar y vender vehículos en nuestro entorno cercano y apenas nos movíamos de la zona de Madrid, era un logro o una aventura ir por un vehículo apenas a 100km de casa.
Con el tiempo, mi socio me enseñó las posibilidades del mercado fuera de España y mi mente cambió por completo.
Estas son las fotos de algunos de nuestros primeros viajes

Este bmw 320 diesel, fué una compra maravillosa y fué el inicio de nuestra andadura profesional en el mundo de la importación, antes trajimos coches por encargo pero en compras muy definidas. Pero este Bmw vino acompañado de un bmw 520d M, también precioso y fué un viaje fantástico.
Nuestras peripecias o como lo llamamos nosotros, "chancleos", ya comenzaron en este viaje, os cuento.
Inicialmente fuimos a Bruselas 4 personas, un martes por la noche, bebimos en el avión pues iba nuestro inversor, Don Gregorio, un tipo excepcional y también nos acompañaba Víctor, un buen compañero y amigo. En el avión conocimos a Valkiria, una chica brasileña residente en holanda, nuestro Julio Iglesias particular "Grego", como buen caballero que es nos invitó a copas y de paso lanzó unos cuantos piropos a nuestra nueva amiga brasileña, el vuelo en la compañia AirBrussels era un show, todo el mundo en silencio y los 4 españolitos de fiesta. En fin, al llegar a Bruselas no teníamos hotel ni nada, cogimos un taxi que nos acercó al centro, llovía a cántaros. La carrera nos costó 45€. Cual fué nuestra sorpresa al ver que todos los hoteles de la ciudad estaban llenos, pues había convención de la unión europea. Otro chancleito. Allí nos encontrábamos 4 españoles a las 12 de la noche andando por las calles de bruselas con las maletas bajo la lluvia. Hablamos con un taxista, (menos mal que Grego hablaba francés), el cual nos llevó a un barrio donde si quedaban hoteles libres. Al llegar vimos un montón de Kebab y demás. Teníamos hambre, fuimos a uno y antes de entrar nos rodearon unos 12 o 15 hombres de raza árabe. Nos ofrecieron alojamiento, pero mis acompañantes dijeron que mejor nos íbamos, yo intenté entrar al kebab, el hambre me podía, no veía el peligro. He de decir que entre todos llevábamos 40 mil euros en los bolsillos, un detallito. Al final un chico de ese grupo nos llevó a un hotel cercano, el chavalillo estaba un poco drogado, le dimos 5€ por hacernos el favor. Al final encontramos hotel, 200€ una noche.
Nos dormimos y al día siguiente nos fuimos a la calle para buscar un coche, nos metimos en un bar que resultó ser de una mujer rumana, mi socio Adrian es Rumano, así que allí montamos la oficina portátil. Al final llamamos a varios sitios y fuimos a una nave donde venden vehículos de particulares, allí conocimos a unos pakistaníes que venden coches, muy simpáticos, les compramos un 5008. Cuando nos fuimos a tramitar los papeles del 5008, encontramos entre los coches de su taller de limpieza un bmw 520m impresionante. Estaba con una capa de polvo en una esquina, lo abrimos y estaba intacto. un Director de Banco se lo había dejado allí para vender. Llamé a mi amigo Bogdan, que me había encargado un 320, le conté lo que tenía delante y le transmití una ilusión tan grande, que me dijo que se lo comprase. Esto lo resumo porque la decisión de comprarlo fué mientras comíamos en un Pizza Hut de Bruselas, Adrian, Víctor y yo, pues Grego se volvió en avión. Recuerdo que en el pizza hut descubrimos asombrados Víctor y yo, que al parecer, en Rumanía se echa ketchup a las pizzas, fue unas risas, porque nos enfadamos entre nosotros por esa tontería, pero el cansancio a veces te hace decir demasiadas tonterías. Volviendo al tema, al final compramos el 520 y dejamos el 5008 en el garaje de estos chicos para ir otro día por él. Os preguntareis porqué, es sencillo,  queríamos comprar 4 coches y éramos 3.
Desde Bruselas, sobre las 11 de la noche, nos fuimos a Alemania, por la zona de Sttutgart, queríamos ver un vw Polo que nos encargó una clienta. Llegamos allí sobre las 5 de la mañana e hicimos noche en el coche, el niño (Víctor), dormía, pero Adrián y yo nos metimos en una gasolinera para seguir buscando coches con el móvil por internet. Cuando abrieron el Mcdonals, lugar muy habitual para desayunar, comer, merendar, cenar y asearse, fuimos a desayunar después de acercarnos a la campa de coches y ver que el que nos gustó por internet no estaba bien. Revisamos y nos entró el bmw 320 que puse al inicio, Adrián llamó, lo negoció y flipamos, el vendedor nos dijo que teníamos que llegar antes de las 12 de la mañana sino no nos daría tiempo a matricular el coche con placas alemanas y no nos lo podríamos traer, pero teníamos unos 300km de distancia, aunque daba igual, recordad Alemania tiene tramos sin límite. En fin, cogimos el serie 5 y salimos zumbando, pero en el tramo de carretera que va de Sttutgart a Munich nos comimos un pedazo de atasco increible, 2 horas parados. Al final llegamos a tiempo, hasta nos permitimos el lujo de ir a otra campa de coches. Cuando vimos el 320, pufff, simplemente puedo decir que aluciné, cuando lo cogimos vimos que el interior necesitaba una limpieza y que nunca había conducido un coche tan bajo y con una suspensión tan deportiva, venía preparado por THP motorsport, una empresa muy concocida en Alemania. Lo compramos, sacamos las placas, (que es una odisea que contaré otro día) y nos fuimos para España. Antes de salir de Alemania pasamos por Lhar, allí mi socio tiene familia, el primo Walter, ya os hablaré de ellos en otro momento, gente magnífica.
Llevábamos sin dormir 1 día y medio, ese día dormimos en un área de servicio de un peaje en Francia, el sueño hizo mella en nosotros, yo no podía más, el lobito (Víctor) tampoco, sólo Adrian aguantaba en "modo económico", el iba en otro coche hablando por teléfono como hace siempre. Lo dicho, según aparcamos nos quedamos dormidos, pero tuve un chancleo pequeño, dejé las luces puestas y cuando nos despertamos no arrancaba el coche, tuvo que venir uno de las carreteras y con la furgoneta de servicio lo arrancamos tirando del bmw, jajaja, una locura. Recuerdo que seguimos hasta Lyon con apenas una siestecita de 2 horas en el coche y siendo las 8 de la mañana del viernes, decidí que teníamos que dormir, paramos en un hotel f1, nos duchamos y dormimos 4 horas en una camita. Luego a darle caña a los coches pues al día siguiente trabajábamos los 3. Fuímos por el paso de la Jonquera y desde allí por las nacionales, paramos a cenar en Zaragoza, en el Restaurante "El Navarro", se come muy bien, ya desde allí el lobito se fué hasta su casa con el coche, cogió su maleta y se vino a la zona donde trabajábamos al día siguiente. Adrian y yo nos fuimos hasta casa.
Esa fué la última vez que dejé todo en manos de la improvisación. Aunque reconozco que fué muy divertido.

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